Altar en Yucatán del Hanal Pixán
Esta celebración tiene sus orígenes en la cultura maya, ya que a nuestros antepasados, la muerte les producía mucho miedo y respeto. Era considerada una desgracia que venía por los pecados cometidos en vida. Por lo tanto, la casa del difunto se abandonaba. Una vez muerto, al maya se le amortajaba y para que tuviera alimento en la otra vida, se le ponía en la boca granos de maíz molido o cuentas de jadeíta, si era gente de alcurnia. Incluso se le edificaban edificios ex profeso donde se le depositaban todos los utensilios de trabajo y alimentos en caso de ser hombre; si era mujer, se le colocaban peinetas, collares, mantas, y joyas. A los niños se les enterraba con sus juguetes. Si se tenía gemelos y uno de ellos moría, para evitar que el otro muera, se le enterraba al hermano junto con un muñeco de barro. De estas creencias se originó con el tiempo el Hanal Pixán.
En los pueblos se acostumbra preparar relleno negro y puchero de gallina, pan con chocolate y pibes y colocar en las albarradas velas para iluminar el camino de los difuntos (algo escaso actualmente).
Las mujeres terminan las labores hogareñas temprano para no enojar a las ánimas y se acostumbra dormir temprano para que cuando pasen, no te lleven con ellos en la media noche.
También se colocan jícaras con agua en el altar para purificar y proteger del “mal viento” a los habitantes de la casa. Algunos ponen cenizas junto al altar para ver las huellas de los pies de los difuntos y así constatar su visita.
Existe la costumbre de levantar un altar aparte para el alma del ánima sola. También dependiendo del día, es la celebración. El 31 de octubre es para los niños, el 1 para todos los santos y el 2 para los fieles difuntos.
Así, en la celebración dedicada a los niños, en el campo la gente suele levantarse a las 4 am para poner la mesa del santo. En ella se colocan manteles bordados con hilos de color y la santa cruz se convierte en la cruz mestiza ya que debe estar vestida. Las flores que se usan para adornar son las limonarias, xpujúk, ruda, teresitas y virginias (además de las modernas para los que tienen esas posibilidades). Al lado de las flores que rodean al santo, se colocan jícaras con chocolate, vasos con agua, panes con forma de animales y juguetes de madera o barro y velas. Después se procede a rezar y cantar. Al medio día se reza de nuevo y se ofrenda el almuerzo; en el caso de los niños se les da puchero de gallina, debido a la creencia de que su caldo da a los niños energía. Se colocan un plato con dulces: zapotitos,y mazapanes. Por la noche se les despide con rezos.
El 1º de noviembre, se encienden las velas grandes, de color blanco o negro y se colocan flores. Para el desayuno se colocan jícaras grandes de chocolate, pan de mantequilla, batidos y hojaldras o el que le gustaba al difunto. A los lados se depositan coronas de papel crepé y alambre. Se enciende el incienso y la rezadora hace sus cantos y rezos. Todo esto se hace antes de las 8 am. Ya que después solo hay tiempo para preparar los pibes. Que es un tamal grande de masa de maíz con gallina, pollo o carne de cerdo en adobo y si se gusta, chile habanero. Todo envuelto en hoja de plátano y cocido bajo la tierra. Se cuida de alejar a las personas con manos frías y calientes para que no se eche a perder la elaboración del pib. El hueco lo construyen los hombres y ellos escogen las piedras y el tipo de ramas, por lo general de ruda y cedro para que quede aromatizada la vianda. En algunos lugares aparte del chocolate, se toma el tanchukúa, que es una bebida espesa elaborada con chocolate negro, masa, pimienta de tabasco y anís. Al medio día se sacan los pibes y se hace la ofrenda del Hanal Pixán: en la mesa se ponen saramuyos, y toronjas entre otras frutas,; dulces de yuca, melcocha, xec de jícama, mandarina, naranjas, cilantro, chile molido y sal. Si el difunto tomaba, se coloca la botella de ron debajo de la mesa y si fumaba, se colocan los cigarros.
En todo Yucatán, por lo general a la semana siguiente se celebra el bix u ochovario, que es la misma ceremonia, pero es mas privada y mas informal. Todo esto por lo general se hace sin importar el costo, porque algún día la gente viva desea que se les recuerde de la misma forma.
Todo esto vale la pena verse en las comunidades del interior, que dependiendo ahora de sus posibilidades, han modificado, agregando o quitando algunos elementos.
Lo indispensable que debe tener todo altar es:
Para el altar de los adultos:
- mantel blanco o negro bordado
- foto o pinturas de al menos una persona gallecida
- 2 velas grandes blncas y de cera
- 4 jícaras de chocolate o anchukúa
- 2 platos de comida
- 1 vaso co agua
- 2 veladoras
- panes grandes
- jícamas, yuca, camote, naranja y mazapán
- ruda
- un incensario
- mantel de colores con bordados
- velas de colores
- galletas animalitos
- jícama, yuca, camote, mazapán
- vaporcitos
- un vaso con agua.
Altar del ánima sola:
- La mesa con mantel blanco
- Una vela grande blanca
- Un vaso con agua
- Un plato de comida.
Y esa es la forma en que se celebra el día de muertos en Yucatán.
Compartiendo y difundiendo nuestra cultura. Octubre del 2012. sfh.
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